Ante el problema que significa la ingesta desmedida de bebidas alcohólicas, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México (DIFEM), encabezado por Laura Barrera Fortoul, realiza acciones preventivas para que la familia detecte los riesgos del uso y abuso del alcohol, para lo cual proporciona información y asesoría a personas que así lo requieran y junto a sus familias comprendan el problema, a fin de alcanzas una recuperación exitosa.
Al respecto, Francisco López Millán, director de Prevención Bienestar Familiar del DIFEM, subrayó que se llevan a cabo actividades educativas y preventivas dirigidas a niños, adolescentes, jóvenes, padres de familia y maestros, con el propósito de que se den cuenta y eviten el consumo en exceso de las bebidas embriagantes.
Los servicios --dijo--, se otorgan de lunes a viernes de 8:00 a 15:00 horas, en oficinas de la dirección, ubicadas en avenida Andrés Quintana Roo, número 905, colonia Villa Hogar en la capital mexiquense.
López Millán subrayó que el alcoholismo es una enfermedad crónica y se considera una adicción de las más habituales y peligrosas, ya que por lo regular termina con el fallecimiento de quien la padece. La afección se caracteriza por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual ocasiona problemas físicos, mentales, emocionales o sociales, entre otros.
El funcionario señaló que no se ha identificado una causa específica que genere la dependencia al alcohol. Sin embargo, se han propuesto algunos factores que pueden contribuir como son las amistades, algún familiar alcohólico, ansiedad, baja autoestima, estrés, infelicidad, entre otros.
Entre las características que identifican la enfermedad destacan beber alcohol dos o tres veces a la semana, tomar solo o a escondidas, dejar pendientes compromisos o actividades por beber, necesidad de tomar alcohol para estar tranquilo, llegar con frecuencia a la embriaguez, tener problemas familiares, sociales o laborales debido a las consecuencias de beber, problemas sexuales en el hombre (alteraciones en la erección), falta de menstruación (sangrados mensuales en la mujer), alteraciones en el tracto gastrointestinal (agruras, sangrado, dolor), anemia (palidez) y desnutrición.
Reiteró que entre las complicaciones del alcoholismo destaca la cirrosis hepática, una de las principales causas de muerte, y el indicador más fiel de la alta frecuencia de grandes bebedores en una población, pero también es la puerta de entrada al consumo de otro tipo de drogas, lícitas o ilícitas.
El consumo inmoderado del alcohol es también un factor asociado a otras enfermedades como gastritis, pancreatitis, neuropatías periféricas, psicosis tóxicas, entre otras.
Por último, López Millán indicó que existe una relación muy importante entre las personas que padecen alcoholismo y los accidentes de tránsito, así como una elevada proporción de siniestros laborales, acciones violentas y desintegración familiar. El alcoholismo es una de las causas de ausentismo laboral y baja productividad, por lo que es preferible prevenir esta enfermedad. Concluyó.
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