Toluca, Méx.- Ricardo Aguilar Castillo, líder del PRI en el Estado de México, sostuvo que el presidente Felipe Calderón genera más incertidumbres en el país con los cambios en su gabinete. La primera de ellas es la autonomía del banco central; la segunda, es la capacidad en la conducción económica del país; y la tercera es la eficiencia en el manejo de los programas sociales, principalmente el de Oportunidades.
El dirigente del PRI reconoció la labor de Guillermo Ortiz al frente del Banco de México, ya que dijo, mantuvo responsablemente a la inflación en niveles muy razonables y esto evitó que la crisis financiera golpeara todavía más el bolsillo de los mexicanos.
Agregó que el doctor Ortiz Martínez tomó decisiones independientes al gobierno federal, que irritaron al presidente Calderón. Consideró que la eventual llegada del doctor Agustín Carstens al Banco de México sería positiva siempre y cuando no vaya en detrimento de la autonomía del banco central y que su trayectoria en el sector financiero sirva para mejorar los indicadores macroeconómicos de México.
Sobre el nombramiento en la Secretaría de Hacienda, Aguilar Castillo señaló que el presidente tomó una determinación muy riesgosa, contrario a lo que el país necesita, que no es otra cosa que dar certeza a la política económica. La llegada de Ernesto Cordero da el mensaje de que en el manejo económico del país importa más la amistad que la eficiencia y la responsabilidad, dijo.
Sobre el nombramiento del nuevo secretario de SEDESOL, el dirigente del PRI dijo que no tiene ningún antecedente de Heriberto Félix Guerra; lo único que se conoce de él es que perdió la elección para gobernador en Sinaloa y señaló que el mensaje que manda el presidente Calderón con su nombramiento es su indiferencia a la política social, que está a la deriva, produciendo más y más pobres cada día.
Aguilar Castillo reconoció que el Ejecutivo federal tiene el derecho de nombrar libremente a sus colaboradores, pero urgió a hacer un uso adecuado de la facultad de nombramiento. Se refirió al presidente Calderón como un hombre bien intencionado, pero que carece de brújula política y de equipos de trabajo profesionales. Agregó que no tiene claridad de objetivos y que ejerce una administración muy alejada de la gente.
Dijo que no se puede llegar a buen puerto sin escuchar la voz de los mexicanos, sin ser sensibles a las necesidades sociales y a los requerimientos de los factores de la producción, incluyendo la iniciativa privada.
Señaló que el presidente Felipe Calderón debe superar su pesadez para gobernar, pues tiene una responsabilidad constitucional a la que aún restan tres años. Lo anterior al referirse a las declaraciones atribuidas al Ejecutivo federal durante una reunión con senadores del PAN, donde dijo que “una cosa que hay que celebrar, es que el año ya se va a acabar”.
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